Tengo un serio conflicto con este libro. La verdad no puedo decidir si me gustó o no y creo que la razón deriva de que nunca me resigné a que la niña mala, como bien dice el título, es mala, muy mala. Mi error fue estar siempre esperanzada a ella cambiaría y se reformaría y por eso me costó mucho trabajo comprender la esencia del personaje. Para que me entiendan mejor, voy a hablarles de este libro parte por parte. 

El inicio en Perú, cuando los protagonistas son adolescentes, te engancha rápidamente, además las descripciones de la ciudad de Lima son exquisitas. Más adelante al pasar unos años, aborda un poco el tema revolucionario involucrando a otros países. Me detendré un poco aquí porque es importante mencionar que es un tema bastante interesante, y que si se desconoce de él, como es mi caso, te incita a querer investigar y descubrir más acerca de la historia de los movimientos revolucionarios de otros países para aprender y entender las posturas ideológicas de naciones como Cuba, por ejemplo, que hasta la fecha me parece una cultura y una política muy controversial.

Volviendo al libro, comienzan a desarrollarse los encuentros entre la niña mala y Ricardito en París, Londres y Tokio y fue aquí en donde mi ilusión se quedó atascada, pero debo aclarar que no fue por la trama o la historia, la cual es buena, sino porque no me sentí compenetrada con los personajes. Ricardo siempre fue débil, le faltaba carácter, ser más divertido, imponente, seductor, etc. Y la niña mala, era más que perversa, era egoísta, abusiva, déspota y solo le importaba ella misma.

En la última parte el autor jugó con mi corazón y me dejó pensar que mis esperanzas pronto brillarían. Bueno, si no lo has leído, no te arruinaré más las expectativas… ya decidirás tú si esta historia de amor retorcido y poco convencional, te regala el giro que deseabas, el que esperabas o el que ni siquiera imaginabas.

Por lo que hace al estilo, no le podría criticar nada a un escritor de esta talla. El tono ameno, jovial y en ciertas partes vibrante es simplemente excelente.

«Pasión y distancia, azar y destino, dolor y disfrute… ¿cuál es el verdadero rostro del amor?»