Para mí leer a Marc Levy siempre es una buena experiencia, sus historias me parecen originales, ingeniosas, cautivadoras y con un buen mensaje implícito. Este libro se me hizo muy entretenido y me gustó la trama y el estilo porque, como acostumbra Marc, te hace la lectura amena. Se trata de una pareja dispareja, Mia es una exitosa actriz intentando escapar de una ruptura amorosa; Paul es un escritor un poco solitario que no sabe nada de las estrellas como Mía. Me devoré la historia en cuestión de días, pues las situaciones que vive cada personaje van ocurriendo velozmente y cada capítulo te mantiene enganchado y a la expectativa, sin embargo, para mí el final fue totalmente decepcionante, pues aunque si me gustó como acabó la historia, esperaba una escena más impactante, quería leer algo inesperado que me sorprendiera a la altura de lo que estoy acostumbrada a leer de este autor. Es decir, la historia fue tan dinámica que esperaba saber el final con ansias, pero al llegar a él, me desilusionó la forma tan simple de como ocurrió. Sin embargo, esa sería mi única queja, pues el resto del libro me dejó muy satisfecha y disfruté mucho leerlo, los personajes tienen algo especial que logra atraparte, y además, la historia se desarrolla en dos barrios de París con estilos muy característicos y creo que eso le añade sabor a la novela. En conclusión, si lo recomiendo pero elegiría antes otros títulos de este autor.