La llamada “ciudad de la luz” es considerada por muchos la capital turística del mundo, y razones hay de sobra para atribuirle este merecido título. París es romántica, es bella, es elegante, es el destino para los soñadores, los artistas y los enamorados de la vida.

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Lo básico que debes saber de París.

 

Actualmente, Francia es una de las potencias económicas más  fuertes del mundo y es reconocido por la producción de vinos, artículos de belleza y cuidado personal, así como por su basta oferta de servicios para el turismo.

Como buen viajero, seguramente París ocupa uno de los primeros lugares en tu lista de destinos por conocer y no es para menos, pues mucha gente tiene idealizada a París como la ciudad del arte, la moda, la vanidad y la opulencia, y muy probablemente, esto se deba al legado de su historia y a su patrimonio, pues la monarquía francesa generalmente es relacionada con los lujos y el derroche, pero al mismo tiempo, Francia también ha sido el escenario que da muestra del poder, el desarrollo y el progreso en muchas formas y sentidos.  

 

 

La lengua oficial, lógicamente es el francés, así que memorízate por lo menos algunas palabras o expresiones básicas, pues se rumora que a los locales no les hace muy feliz hablar en otro idioma que no sea el propio. Dependiendo de la temporada de tu viaje el clima es variable, por eso siempre es una sabia idea revisar el pronóstico del tiempo antes de empacar. La moneda oficial es el Euro, cuyo valor es de alrededor de $22.00 pesos. Recuerda cambiarlo de preferencia en el aeropuerto de origen en donde hay más probabilidades de encontrar una mejor conversión.

 

 

Tips para ahorrar.

 

Como en muchas ciudades, el medio de transporte más económico es el metro y encuentras diversos planes. Yo opté por comprar el paquete con diez tickets y casi fueron suficientes. Solo tuve que adquirir dos extras. Yo me hospedé en el hotel Ibis Cambronne, que está a una cuadra de la estación del metro y muy cerca de Campo de Marte. Puedes llegar a pie la Torre Eiffel, así que se puede decir que es una ubicación privilegiada. Ibis es una cadena de costo medio,  no es tan barato como un hostal o un bed & breakfast pero tampoco es carísimo como los hoteles de las cadenas de lujo. Son comparables al ONE o al City Express Jr. en México, así que puedes tener la confianza de que estará limpio y seguro, pero que seguramente será pequeño y básico. Pero honestamente, a quien le importa eso cuando estas en ¡PARIS!   

Como en las ciudades más turísticas del mundo, tienes la opción de comprar la tarjeta París Pass. Yo no la compré y creo que hice lo correcto. Previo al viaje hice un comparativo de costos de acuerdo a los lugares que planeaba visitar y a diferencia de otras ciudades en donde sí la he adquirido, aquí no encontré mucho ahorro. Como la relación costo beneficio no me convenció, decidí pagar las entradas por mi cuenta. Si a ti te interesa comprarla, échale un vistazo a la página oficial y haz tu propio balance.

 

 

Un tip para ahorrar en cuestiones de comidas, es que busques ir en la Hora Feliz. Puedes escoger alguna promoción o el plato del día a un mejor precio que el resto del menú, y así podrás degustar cocina local y puedes dejar a un lado por unos días las típicas cadenas de comida rápida. Otro dato es que a veces es más barato consumir una copa de vino de la casa que un refresco, o también puedes optar por pedir agua, pues la mayoría de los restaurantes te ofrecen agua sin costo. Es de grifo, pero ni lo notarás, créeme.

A París puedes ir con alto o bajo presupuesto, de cualquiera de las dos maneras la pasarás bien y tu visita será memorable. La buena noticia para los que llevan poco presupuesto, es que esta ciudad está repleta de calles, monumentos, plazas, parques, iglesias y jardines de los que se puede disfrutar sin pagar nada. El encanto de cada barrio de la ciudad es único e inigualable, al puro estilo parisiense que no te decepcionará en absoluto. A cada paso, cada rincón es mágico, así que prepárate para disfrutar de una de las ciudades más hermosas del mundo.

Francia ha visto nacer a algunos de los escritores más famosos como Alejandro Dumas (El conde de Montecristo) y Julio Verne (La vuelta al mundo en 80 días). Uno de mis escritores favoritos es el francés Marc Levy, así que si buscas un buen libro para llevarte durante este viaje, entra a la sección  Mis lecturas de mi blog y checa las reseñas que he hecho sobre este autor, no dudes que cualquiera de sus obras será una excelente compañía.

Descubriendo París.

 

Cuando andes explorando París no querrás ni parpadear y es que cada elemento se combina brindando una armonía que es difícil de encontrar en otro sitio. Sus avenidas amplias y llamativas se intersectan en elegantes glorietas, el estilo homogéneo de sus edificios con sus románticos balconcitos te roban mil suspiros y sus monumentos tapizados de detalles te atrapan toda la atención.

En esta ciudad hay tanto que ver y hacer que resulta abrumador diseñar un itinerario perfecto que abarque todos los puntos, así que voy a compartirte el recorrido que yo hice en mi visita a esta preciosa ciudad para que sepas como distribuir cada día tus actividades. Recuerda que esta guía fue elaborada en base a la duración de mi viaje, mi presupuesto y mis gustos personales y que relatarte mi experiencia y mis impresiones te ayudará a decidir por ti mismo que sitios visitar y cuáles no, cuando hacerlo, que tanto tiempo dedicarles y hasta sustituir una visita por otra de acuerdo a tus tiempos, presupuestos y preferencias personales. Si quieres algún consejo o sugerencia, puedes enviarme un mensaje desde la pestaña Contacto y con gusto te apoyaré con tus dudas. Ahora si… ¡vámonos!

       

         

         Día 1

 

El primer día puede ser una buena idea ir directo a conocer el emblema de la ciudad para sentirte desde el comienzo parte de ella y que te impregnes de la magia francesa. Si tu día comenzó temprano, puedes improvisar un picnic para desayunar en Campo de Marte con la Torre Eiffel de telón de fondo. Tómate tu tiempo para sacar todas las fotografías que quieras. Al cruzar la extensa área verde llegarás a la imponente Torre Eiffel, a la cual puedes subir si has comprado boletos. En mi opinión muy particular, elegiría otros miradores antes que este, pues ver en tu panorámica a la Torre Eiffel indiscutiblemente la hace una mejor fotografía, y si la tomas desde la torre, no habrá modo de que ella salga. Pero definitivamente será tu decisión, así que si deseas hacerlo, te recomiendo comprar los tickets con anticipación por internet.

Delante de la torre están los Jardines del Trocadero, los cuales hacen una pequeña colina que te permitirán tener las mejores vistas de la Torre Eiffel coronando la ciudad. Aquí hay algunos museos que puedes visitar si tienes tiempo y te apetece. Si tu día comenzó más tarde, entonces sería mejor iniciar el recorrido desde aquí, admirar la Torre, cruzar Campo de Marte sin demorar mucho y caminar o tomar el metro hasta el siguiente punto en donde hay varias atracciones para elegir.

Los Inválidos, es un complejo de edificios en donde puedes visitar algunos museos dedicados al ejército de la armada y a temáticas militares o sino, puedes entrar a la Catedral de los Inválidos. Si ninguna de las dos cosas te convence, a una cuantas calles está el Museo Rodin, una exposición de más de seis mil esculturas de este aclamado artista y junto están los jardines donde puedes pasar un rato luego de admirar la colección.

La siguiente parada son los Jardines de Luxemburgo, el segundo parque público más grande de París, y en mi opinión el más bonito. Tiene un estanque inmenso, esculturas muy bonitas y muchas flores que le dan vida y color al verdor que rodea al elegante Palacio de Luxemburgo. Aquí no está permitida la entrada a los turistas pues se usa para funciones políticas y de gobierno, pero con solo ver su exquisita fachada basta para quedar satisfecho. Disfruta de pasar la tarde aquí y dale un descansito a tus pies, pues el día todavía no acaba.

Cuando estés listo para seguir, piérdete por las bonitas calles de París con sus tonos claros y azulados y déjate empapar por su encanto hasta llegar a la iglesia denominada Pantheon.  Como ya te he dicho, en París hay muchísimas iglesias que puedes ir a conocer para admirar su estilo arquitectónico, su arte interior y su historia religiosa y que además son gratis, pero el Pantheon es especial, es una de las que no te puedes perder. Su construcción está inspirada en una iglesia en Roma del mismo nombre, por fuera es preciosa y por dentro es gigante y aún más bonita. Está dedicada a Santa Genoveva, tiene una cúpula con un diseño sencillo y sofisticado que la hace divina y la decoración es muy clásica y elegante. No te olvides de visitar la cripta en donde están las tumbas de personajes ilustres como Voltaire y Rousseau y escritores afamados como Alexandre Dumas y Víctor Hugo.

La plaza en donde está el Pantheon es muy bonita y allí también hay otra iglesia llamada  SaintEtienne que puedes visitar si te queda tiempo. No te olvides de sacar muchas fotografías y tomarte un helado por allí. Esta zona ya pertenece al Barrio Latino, así que caminando unas cuantas cuadras más, llegaras a la Universidad de La Sorbona y a una linda calle peatonal con algunos bares, cafés y restaurantes para que concluyas la jornada con una buena cena y una copita de vino. El sitio tiene un buen ambiente para los jóvenes pues se encuentra en la zona universitaria, por lo que es muy concurrido para ir a comer o beber algo y seguro que la pasarás bien, pero no te desveles mucho pues el viaje apenas comienza y te queda mucho por ver en los siguientes días. 

       

        Día 2

 

Este día será pesado, hay que madrugar bastante y el recorrido será agotador pero valdrá totalmente la pena. Te lo digo por experiencia. Primero trasládate en metro al punto de partida que es la Plaza de la Bastilla en donde está el monumento que señala el lugar donde estaba la famosa cárcel en donde se dice estaba encerrado el misterioso prisionero de la máscara de hierro. Si has visto la película sabrás de quien hablo. Esta cárcel  fue tomada durante la Revolución Francesa, por eso el sitio tiene mucha relevancia histórica, pues marcó el inicio del movimiento revolucionario y la caída del antiguo régimen.  El 14 de julio se celebra el día nacional de Francia en donde se conmemora “La toma de la Bastilla”

Volviendo a tu viaje, sigue por la Rue Saint Antoine y accede por el Palacio de Sully a la Plaza de los Vosgos, un parque rodeado por edificios muy bonitos. Ahí cerca puedes visitar la casa donde vivió el poeta y escritor Víctor Hugo, y volviendo a la calle principal, también está la iglesia de San Pablo y San Luis.

Luego te sugiero que camines hasta llegar a la orilla del Río Sena para que puedas admirar sus puentes y la hermosa vista de la ciudad bañada por las tranquilas aguas del río. Saca tu cámara y captura un millón de fotografías. Aprovecha también para comprar una nieve, un café o un snack en algún lugar de paso, para que lo disfrutes mientras contemplas la belleza de la isla conocida como Île de France.

Elige alguno de los puentes para cruzar a la isla pues aquí hay mucho que ver, pero sin duda su atractivo principal es la famosa Catedral de Notre Dame. Esta iglesia ha sido citada en libros, novelas, filmes y hasta películas animadas como “El Jorobado de Notre Dame” de Disney. Tiene un estilo gótico francés, es una de las más visitadas del mundo y tanto el interior como el exterior dejan gratamente impresionados. Observa sus majestuosos ventanales que filtran la luz a través de su colorida decoración. Explora los altares, las estatuas y las reliquias que alberga y si tienes energías suficientes, puedes subir los escalones para llegar al campanario y tener una vista sinigual de la ciudad.

En Île de France también puedes aprovechar para descansar en algunos de sus parques como Square Jean XXIII o Square du Vert Galant, cada uno en un extremo de la isla. O si prefieres, puedes ir a ver La Conciergerie, alguna vez palacio, alguna vez prisión. Aquí estuvo detenida María Antonieta durante la Revolución Francesa y fue condenada a la guillotina por alta traición.  

Si estás listo para continuar, cruza alguno de los puentes y camina por Quai du Louvre para llegar al museo del mismo nombre. Louvre, es el museo de arte más grande del mundo y hacer una parada en él es imprescindible. Hablar de él en forma resumida es difícil y es que tiene tantas salas, tantos temas y tantos objetos magníficos que recorrerlo a su totalidad en un solo día es prácticamente imposible. Si hablamos del exterior, te puedo decir que es de esos lugares que te roban el habla por su dimensión y belleza, será difícil que el palacio salga al completo en tu panorámica, pero no dejes de intentarlo. En el interior, deberás hacer una selección de acuerdo al tiempo que has decidido dedicarle a esta joya para que puedas ver las salas de tu interés, recuerda que cubre todas las regiones y épocas de la historia, excepto el arte moderno, así que toma un mapa, tu audio guía y escoge tu ruta. Algunos de los objetos más famosos que verás son el retrato de la Mona Lisa de Da Vinci y la escultura de La Venus de Milo.

Para cuando acabes la visita seguro está cerca de oscurecer, así que date prisa para hacer la última visita del día. Subiendo unas calles llegarás al Palacio Real, un bonito edificio reconstruido que se utilizó en el pasado como residencia de la familia real. Pasea por sus jardines o relájate un momento para recargar pilas y concluir el día en la Plaza de las Victorias, una bonita glorieta a muy poca distancia de allí. Las calles que conectan a ella, están repletas de restaurantes, cafeterías, bistrós, terrazas y bares en donde podrás cenar rico y beber algo.

         

        Día 3

 

Comienza el día en los Jardines Tullerías, un extenso parque con muchas curiosidades para descubrir además de sus caminos y sus áreas verdes, como el Museo de la Orangerie dedicado al arte impresionista, o la Galería Nacional Jeu de Paume, dedicado al arte contemporáneo.

Unos pasos más adelante esta la  Plaza de la Concordia, la más grande de París y la que marca el inicio de la avenida más famosa y exclusiva de la ciudad, Campos Elíseos. Este punto además de concurrido es muy bonito, así que no olvides conseguir una buena foto en su fuente con la vista hacia los jardines o hacia Campos Elíseos. Andando por esta popular avenida, puedes visitar a tu paso el Petit Palais o el Grand Palais, ambos museos dedicados a las bellas artes o, hacia el otro lado, el Palais de l´Élysée, la residencia del presidente de Francia, aunque este último, solo lo podrás admirar por fuera. Para poder entrar tienes que contratar un tour privado.

Usa todo el tiempo que quieras para recorrer la avenida Campos Elíseos y si tu billetera lo permite puedes hacer compras en las tiendas de las marcas más exclusivas. Puedes también darte un gusto especial comiendo en alguno de sus bonitos restaurantes o sentarte a tomar algo de mediodía en algún café o brunch.

Al final de la avenida te encontrarás frente al Arco del Triunfo, un monumento dedicado a los que murieron durante las guerras napoleónicas. El arco de 50 metros de altura, fue mandado a construir por orden de Napoleón Bonaparte, pero para su desgracia nunca lo vio culminado. Las figuras, trazos e inscripciones del arco con exquisitas y elegantes y si quieres puedes subir a la parte más alta para tener vistas privilegiadas.

Toma el metro y dirígete a la estación más cercana a la Plaza Vendome.  Las calles que intersectan esta plaza con su monumento al centro son muy bonitas, así que aprovecha para perderte en ellas y explorar a tus anchas el ambiente y el estilo parisiense. Hay dos lugares en particular que no te puedes perder cuando andes por aquí, la Iglesia Madeleine y la Opera Garnier, una soberbia belleza arquitectónica.

Para concluir el día te recomiendo ir a la Basílica del Sagrado Corazón, un imponente recinto religioso que tiene bien merecida una visita, así que si la hora aun lo permite, no te olvides de entrar y admirarla. En los escalones del exterior suele haber muchos turistas y es que al estar ubicada en una colina, las vistas que te obsequia de la ciudad son fascinantes. Este lugar está alejado del centro de París, pero usando el metro llegarás cómodamente, además la colosal iglesia se encuentra justo en el barrio en donde puedes pasar la noche.

El barrio Montmartre es un conjunto de callecitas estrechas y empinadas que le dan un toque bohemio al lugar. Aquí hay infinidad de cafecitos, bares, tiendas y hasta los más famosos cabarets, como el Moulin Rouge. Puedes sentarte a cenar en alguna terraza, dejar que uno de los pintores que andan por ahí te retrate en un dibujo animado e incluso ir a un show en algún cabaret. Lo que decidas hacer, este pintoresco lugar seguro te encantará.

     

         Día 4

 

Muy cerca de Paris, esta uno de los castillos más bonitos de Francia, el Palacio de Versalles, el cual no solo es una belleza de la arquitectura, sino que es parte importante de la historia y la cultura de este país. Para llegar aquí debes ir primero a una estación en donde pase la línea C del tren RER. Deberás checar en tu app o en el mapa en que estaciones hace escala. Ten en cuenta que necesitarás un ticket especial para hacer este trayecto ya que los boletos son distintos a los del metro normal. El trayecto a la estación  Versailles Château – Rive Gauche es corto y cómodo, y solo hay que caminar unos diez minutitos para llegar al palacio. Te anticipo que las filas son bastante largas. Una es para adquirir los boletos de acceso y otra para entrar al complejo, así que aunque ya lleves tus entradas compradas, no te librarás de la segunda. Te sugiero comprar el boleto de acceso ilimitado llamado “pasaporte” para que no te quedes con ganas de mirar ni un solo rincón.

Una vez que logres pasar, comienza la aventura navegando entre el mar de gente, y es que al ser una de las atracciones más populares, los turistas difícilmente dejan pasar una visita a este majestuoso lugar. Toma un mapa o una guía para ir conociendo los rincones del palacio, las estancias, los patios, las cámaras, los aposentos de los monarcas que vivieron aquí, los salones de audiencia del rey, la capilla, la galería de los espejos, entre otras áreas colmadas de belleza y detalles. La decoración aristocrática es, por decirlo así, saturada, pues el aparatoso estilo francés de aquellos siglos se caracterizaba por el lujo, la elegancia y hasta la exageración. 

Recorrer el palacio mientras vas conociendo su historia te llevará un buen rato, y cuando acabes puedes pasar a los inmensos Jardines de Versalles. Para empezar, déjate deslumbrar por la preciosa vista y toma las fotos que quieras captando el verdor, la fuente, el enorme estanque y las esculturas que se alcanzan a ver. Después, para adentrarte bien y recorrer al completo los jardines y llegar hasta los anexos del palacio, te recomiendo usar los trenes que hacen el recorrido completo y con los que puedes subir y bajar a tu ritmo en cada una de las paradas que hay. Dos paradas obligadas son el Grand Trianon, el Petit Trianon y también está la de la Aldea de la Reina. Revisa bien qué tipo de boleto es el que tienes, pues no todos incluyen estas visitas. El ticket “pasaporte” sí.  

El Grand Trianon en un pequeño pero elegante castillo de mármol con sus propios jardines, en donde el rey pasaba tiempo alejado de las obligaciones y la pompa del palacio. No cualquiera podía ir a este lugar, una invitación del rey era todo un privilegio. Los jardines son lindos y sencillos.

El Petit Trianon era el refugio de María Antonieta, esposa del rey Luis XVI, aquí solía pasar mucho tiempo con sus damas más allegadas para escapar del protocolo de la corte y la etiqueta de la realeza. María Antonieta es una de las figuras más populares de Francia, no solo por su trágico final al ser condenada a muerte al estallar la revolución francesa, sino porque se le atribuyó la fama de ser una mujer fría, excéntrica y despilfarradora. En esta pequeña morada podrás sumergirte un poco en el día a día de este personaje.

La Aldea de la Reina está inspirada en los pueblos normandos, fue construida por orden de María Antonieta, pues la joven reina quería disfrutar de la vida campestre, lejos de las aburridas restricciones del palacio. Es un área tranquila y pintoresca en donde vale la pena dar un paseo para relajarse y dejarse absorber por la magia que encierra todo el complejo, pues como has podido ver, cada área que has explorado tiene una esencia propia y características únicas muy diferentes entre sí: la fastuosidad del castillo, lo campirano de la aldea, la sencillez del Petit Trianon, la elegancia del Grand Trianon y la tranquilidad de los jardines.

Revisa la cartelera pues en algunas temporadas se llevan a cabo eventos o espectáculos de agua en las fuentes. Luego de pasar un estupendo día en el palacio, puedes dar una vuelta por Versalles, cenar o beber algo, o si has quedado agotado lo mejor será dirigirte a la estación del RER para volver a París.

       

        Días extras.

 

Si dispones de días adicionales puedes usarlos para visitar los lugares marcados en el itinerario que no te dieron tiempo o que te quedaron pendientes. Si cumpliste con todo y tienes días libres pero tu presupuesto es limitado, lo mejor que sería que te dediques a perderte en  los barrios de la ciudad y explorar sus parques, plazas e iglesias.

En cuanto a las iglesias, aunque  ya has visto las más grandes e importantes, París tiene muchísimas más que valen la pena visitar. Por ejemplo la Sainte Chapelle, Sainte Clotilde, la Abadía SaintGermain, St. Severin, Saint-Sulpice, Santa Trinidad, Nuestra Señora de Loreto, y otras más. Todas con exteriores e interiores espectaculares.

París también goza de tener muchas calles y plazuelas lindas para disfrutar de dar un paseo, hacer compras o sentarse a disfrutar el día con un café, una nieve o un postre, como Rue Cler, Rue Rennes, Rue Rivoli y el boulevard Saint Michel. También puedes andar por la Plaza del Chatelet en donde hay buen ambiente y verás la Torre de Santiago. Muy cerca está el Ayuntamiento de París, cuyo edificio es muy llamativo. También tienes a tu disposición parques públicos como Monceau donde seguro podrás relajarte y disfrutar de tus últimos días en París.

Puedes visitar alguno de los cementerios de París. Ok, ok, suena extraño, pero los cementerios de París reciben millones de visitantes al año pues no son un cementerio cualquiera, aquí hasta esos son bonitos e interesantes y podrías cazar la tumba de algún famoso como Chopin, Jim Morrison y hasta nuestro ex presidente Porfirio Díaz.

Si te gusta mucho el arte y la historia, planear un día repleto de visitas a los museos que te faltaron será una gran idea. Está el Museo Orsay, Pompidou, el Museo de Picasso, el Museo de Bellas Artes, el Museo Nacional de la Edad Media, el Palacio Borbón, entre muchos otros. 

Si lo tuyo es el shopping, te aviso que estas en la meca de la moda y las compras, así que puedes pasar todo un día en las gigantescas Galerías Lafayette. Y si buscas un sitio atestado de sonrisas, felicidad y diversión, puedes ir a pasar el día en Disneyland París.

Quiero saber más

 

En los siglos antiguos, Francia y sus reyes han sido sinónimo de poder, elegancia y vanguardia, pero también de ambición, excesos, abusos y malas inversiones. Si quieres conocer más del tema visita el artículo “La encantadora monarquía francesa.”

Espero que este artículo te haya sido de mucha utilidad para planificar tus próximas vacaciones. Si te gustó, compártelo con tus amigos y si quieres ver más fotos sobre este y otros viajes, sígueme en mis redes sociales de Facebook e Instagram.