A lo largo de su territorio, México presenta gran variedad de climas en sus distintas regiones: templado, cálido, seco, húmedo y demás variantes, son propias de ciertas zonas y ciudades de la República. Pero hay una parte de nuestro país que posee el llamado clima del mediterráneo. Se trata del Valle de Guadalupe, ubicado en el municipio de Ensenada, en Baja California.

El Valle de Guadalupe es reconocido por ser el mayor productor de vino mexicano. En este sitio se concentran alrededor de 80 vinícolas mexicanas que acaparan el 90% de la producción total de vino en el país. Muchas personas lo incluyen como punto de parada en su ruta de viaje y permanecen un par de días ahí. Otras solo van de entrada por salida, pero honestamente lo ideal es pasar por lo menos el fin de semana ahí. Sea cual sea la duración de tu estancia, será muy difícil poder conocer todas las vinícolas, por lo que deberás elegir cuales son las que más se te antoja visitar.

Acompáñame a descubrir algunas de las casas vinícolas del Valle de Guadalupe en este recorrido lleno de sabores, paisajes y delicias mexicanas.

 

La Ruta del Vino Mexicano.

 

Para hacer la famosa “ruta del vino” hay que tomar un vuelo a la ciudad de Tijuana y luego llegar al Valle de Guadalupe. En caso de que no te hospedes en el Valle sino en Tijuana o Ensenada, lo más recomendable es rentar un auto y conducir alrededor de 90 kilómetros por la carretera escénica Tijuana – Ensenada, que te regalará vistas increíbles de la costa del Pacifico. Una vez que llegues, la travesía enológica comienza. 

Finca la Carrodilla es considerada una vinícola de nueva generación. Fabrica cuatro vinos monovarietales, un tinto joven y un vino Premium. La Carrodilla es pequeña pero muy linda, con su terraza al descubierto y su decoración silvestre. Pide una copa degustación mientras contemplas el hermoso paisaje que la rodea.

Adobe Guadalupe, es una vinícola con aspecto de hacienda que combina un estilo colonial mexicano con un toque mediterráneo. Se pude visitar su cava, los viñedos, los establos, la capilla, el jardín y desde luego la sala de degustación en donde puedes probar las delicias de esta vinícola. Hasta puedes hospedarte en este maravilloso sitio y disfrutar del confort y la magia que otorga este lugar.

El Cielo, es el nombre de una de las vinícolas más visitadas del Valle, no solo por sus vinos sino por su restaurant Latitud 32 (Fusión Baja-Yucatán) Así que encontrar una mesa libre para sentarte a disfrutar del paisaje con un buen vino y un suculento platillo puede significarte una breve o una larga espera. No obstante, sería un pecado perderse la visita a esta vinícola, así que si no dispones de mucho tiempo, por lo menos camina por las instalaciones y los jardines con sus magníficas vistas de los viñedos.  

Viña de Frannes es una vinícola moderna y de vanguardia. Sus instalaciones elegantes y minimalistas te dan una idea del estilo de paladares que buscan satisfacer. Tanto el chef como el sommelier se lucen y te ofrecen una experiencia gastronómica y de sabores que son difíciles igualar. Hacer una parada aquí es obligatorio.

La vinícola Decantos es una de mis favoritas. No solo por el diseño vanguardista  y vanidoso de sus instalaciones, sino por los vinos que produce, los cuales solo encontrarás aquí, pues ésta no es una marca comercial como otras. Además, esta vinícola te ofrece un recorrido guiado para conocer el proceso de elaboración de sus vinos y al final te dan una degustación de sus cuatro variedades. Será difícil elegir solo uno al final.

Una de las vinícolas más famosas y más visitadas es L.A. Cetto. Esta enorme vinícola de más de 85 años de trayectoria, cosecha una inmensa variedad de uvas y produce vinos de distintas categorías y líneas que comercializa en el mercado nacional e internacional. Ha ganado muchos premios y reconocimientos y es la más grande de la región, por lo que una visita aquí no puede faltar en tu ruta del vino. También ofrece tours guiados por las instalaciones que son bastante interesantes. Es una vinícola comercial por lo que su aspecto puede ser más industrial pero no deja de guardar su propio encanto especial.

Como puedes ver, cada vinícola tiene un toque único que le aporta magia y misticismo a tu visita. Cada una te obsequia sabores diferentes, vistas increíbles y una experiencia que solo encontrarás en Valle de Guadalupe.

Si dispones de más días para estar ahí, aprovecha para visitar el Museo de la uva y de la vid y otras vinícolas como Las Nubes, Monte Xanic, Alximia, Baron Balche, o un poco más lejos, los viñedos de Santo Tomás.

También puedes optar por dar un paseo por la ciudad de Enseñada o ir a las playas de Rosarito. Si te decides por esto último, no olvides probar el platillo típico de la región: langosta con frijoles y arroz.

Si estás planeando tu visita al Valle de Guadalupe y mi articulo te ha gustado, no olvides compartirlo y checar más fotos y videos de este y otros viajes en mis redes sociales Facebook e Instagram