WOW!! Que librazo!! Esta novela me fascinó y tengo tantas cosas buenas que decir de ella que no sé por dónde empezar. Este libro te relata la vida de María Antonieta Rivas Mercado, a quien honestamente yo desconocía hasta que leí esta novela y fue un placer descubrirla. Ella es hija del reconocido arquitecto Antonio Rivas Mercado cuya obra mas notable y que todo mexicano ubica perfecto es el Ángel de la Independencia, en el Paseo de la Reforma de la Ciudad de México. Además de otras obras de gran renombre, también fue director de la Academia de Bellas Artes.
La novela te lleva a la época del porfiriato, aquel tiempo donde la riqueza se concentraba en unas cuantas familias privilegiadas e influyentes del siglo XX, como lo eran precisamente los Rivas Mercado. María Antonieta, nace en una de esas familias acomodadas, en donde la educación y las artes eran un lujo que bien podían darse. A lo largo de la trama, vas conociendo a todos los integrantes de la imponente casa Héroes, una enorme residencia construida también por Antonio. Los personajes están descritos y se presentan de una forma tan real y natural, que muy fácilmente puedes imaginarlos y sentir que los conoces. Yo me pude familiarizar instantáneamente con ellos y con la relación que tenía Antonieta con cada uno, con todo y sus altibajos. Mientras vas leyendo puedes sentirte en la piel de Antonieta, puedes compartir con ella sus secretos, su dolor, su devoción y sus ilusiones. Todo esto, gracias a la narrativa tan personal y pura que usa la autora. Esto quizás se deba a que la autora es, curiosamente, la nuera de María Antonieta, quien decidió inmortalizar la interesante vida de su suegra en estas páginas.
Otra cosa que me encantó de la novela es que aprendí muchas cosas sobre el movimiento de la Revolución Mexicana. Me sorprendió darme cuenta lo poco que sabía en realidad y que la idea que tenía sobre esa lucha era muy diferente a la que me presentaba el libro. En mi mente, creía tener claro quiénes fueron los héroes y los villanos de este movimiento, pero al ver la historia desde este ángulo, fui descubriendo que los que creía héroes también tienen mucha sangre en sus manos, y fui testigo de los retorcidos complots y traiciones que perjudicaron a la nación y le cambiaron el rostro a México. Me pareció sumamente interesante seguir de cerca esta crisis social y política y ver como se iba desarrollando. Pude tener una visión más real de figuras como Porfirio Diaz, Madero, Pancho Villa y tantos otros que participaron, para bien o para mal. También pude ser parte de algunas de las más importantes batallas y también respiré el miedo que embargaba a la gente en aquella época cuando llegaban las tropas revolucionarias, la mayoría de ellas, compuestas por civiles y campesinos sanguinarios, que en su búsqueda de un gobierno que promoviera la igualdad y la justicia para todos, su odio y coraje los cegaba y cometían atrocidades que lastimaban a los mas inocentes. Esa es la cara que conocí de la revolución con este libro.
El libro también te narra la vida de Albert, un inglés que residía en EUA, te cuenta su relación con la familia Madero y su participación en el movimiento revolucionario. Él conoce María Antonieta cuando ella aún era una niña, años después se hacen novios y más tarde se casan y tienen un hijo. Lo que quisiera resaltar de este episodio de la vida de nuestra protagonista es el carácter que siempre mostró. Recordemos que, en aquellos tiempos, la costumbre era que la esposa debía ser sumisa y recatada y que le debía obediencia total al marido. Por lo que el divorcio no solo estaba muy mal visto, sino que la mujer llevaba todas las de perder. Me gustó mucho acompañar a María Antonieta durante esta etapa de su vida, porque te muestra el contraste de mundos, pues ella pasó de tener una situación económica muy solvente junto a su padre en la capital, a una vida modesta con Albert en un pueblo al norte de México.
Me parece que este libro te deja ver que María Antonieta fue una verdadera pionera del feminismo, no solo en su vida personal, pues al morir su padre ella hereda gran parte de su fortuna y se convierte en la cabeza de la familia Rivas, algo poco común no solo por ser mujer, sino por ser una mujer joven, divorciada y con ciertas amistades no del todo aprobadas por la rígida sociedad de aquel entonces, como el pintor Diego Rivera. Me cautivó que María Antonieta nunca dejó ni que su esposo, ni sus hermanos y mucho menos la gente de la alta sociedad, le dijeran como vivir su vida, ella siempre siguió sus convicciones, así fueran mal vistas o incluso, peligrosas, así la llevaran al infortunio…
También fue una feminista en la vida social, pues se convirtió en un referente de la cultura de México y una incansable promotora del arte. Financió proyectos como el Teatro Ulises, apoyó a poetas y escritores como Xavier Villaurrutia y Salvador Novo, así como al grupo intelectual “Los contemporáneos” del cual ella formó parte no solo por ser mecenas de artistas, sino por su propio talento para las letras.
Además de su influencia en el mundo cultural y artístico de México, María Antonieta también participó en la vida política del país al volverse parte del equipo de José Vasconcelos durante su campaña política para convertirse en presidente de la República. Vasconcelos, que termina volviéndose su amante, fue el primer Secretario de Educación Pública en México, su campaña y su discurso durante su candidatura parecían estar teniendo una enorme aceptación entre el pueblo mexicano, no obstante, al momento de las elecciones no logra ganar la presidencia. Mucho se habla de un fraude electoral, sin embargo, desconozco del tema pero sin duda me encantaría leer e investigar un poco más sobre eso, no solo porque forma parte de la historia política de mi país, sino porque de acuerdo a esta novela, esta derrota fue uno de los factores que hicieron que la vida de María Antonieta se fuera en picada. No solo perdió toda su fortuna en su afán de financiar la campaña, también perdió la custodia de su hijo y la mayor parte de su familia estaba enojada con ella por haber derrochado el patrimonio de todos en un ideal político.
María Antonieta huye con su hijo a Francia, en donde por meses llevan una vida precaria y sin dinero, mientras aguarda la llegada de Vasconcelos para iniciar un nuevo proyecto, en el cual escribirían una revista para difundir el fraude electoral cometido en México. Aquí hay una reflexión que me encanta en donde la protagonista no sabe si se enamoró de José el hombre o de lo que el hombre representaba. Él era el sueño de un “cambio” para el país, y ella haría historia a su lado, sin embargo, al perder las elecciones, ella sintió que perdió también el sentido de su vida. Debito a todo esto, María Antonieta estaba sumamente deprimida y no vio otra alternativa que acabar con su vida. Tomó a escondidas la pistola que José Vasconcelos siempre llevaba con él, fue a la Catedral de Notre Dame de París y se dio un tiro.
Lo maravilloso de este libro es que puedes aprender mucho sobre la historia de México sin sentir que estas tomando una engorrosa y aburrida clase de historia. La novela te muestra a una María Antonieta tal cual fue, con sus aciertos y sus errores, con ese ímpetu por querer hacerse un lugar en un mundo que estaba hecho para los hombres. Era una mujer adelantada a su época, que luchó por los derechos de las mujeres, por hacer oír su voz, y por formar parte de la voz de un país. A pesar de que es un libro extenso, no puedes dejarlo porque la historia es sumamente interesante y el tono es bastante ameno por lo que se va disfrutando capítulo a capítulo. Recomiendo muchísimo esta novela a quienes les gusta leer acerca de mujeres que dejaron huella en la historia, y para todos los que buscan descubrir personajes emblemáticos que te contagian de su audacia, su garra y sus anhelos.