Este libro llegó a mis manos porque fue un regalo de cumpleaños. Admito que cuando vi la portada, pensé que se trataría de una de esas novelas estilo new adult saturadas de toxicidad, repleta de clichés y atiborrada de sexo. Y aclaro que para nada estoy peleada con la literatura juvenil, la verdad es que me gusta, suelo recurrir a este género cuando necesito leer algo más relajado y entretenido, o cuando vengo de lecturas más densas, pero honestamente, intento ser bastante selectiva a la hora de elegir, pues la verdad es que el mercado está saturado de novelas morbosas y sin sentido que no aportan nada bueno, ni siquiera, el mero entretenimiento. Pero para no entrar en polémica, hablemos mejor de Tal Vez Mañana.
La verdad la novela me gustó mucho, siempre me tuvo enganchada y sus personajes me parecieron muy auténticos, tantos los protagonistas como los secundarios. Era muy sencillo imaginarlos, como si los estuviera viendo en una serie o película americana. Es una historia además de original, bastante bien lograda, pues hay ciertos detalles de la trama y de los personajes que imagino, debieron ser muy complicados de abordar y entretejer en la historia, sin embargo, la autora lo logró espléndidamente, creando una narrativa genuina, que a mi parecer nunca se siente forzada y eso es algo que me gustó mucho de la novela, tomando en cuenta el contexto y las características de los personajes.
Los protagonistas son Sidney y Ridge. Ellos son vecinos pero nunca han hablado, solo se conocen de vista entre balcón y balcón, sin embargo, pronto descubren que tienen una pasión en común. Ridge toca la guitarra y tiene un talento nato para componer melodías, mientras que Sydney descubre que tiene un don para escribir letras hermosas que le van perfecto a las canciones de Ridge.
Sidney me cayó muy bien, aunque en ciertos momentos me temía que fuera a abusar de cierta dosis de victimización, sin embargo, no fue así, me parece que se logró el balance necesario. Por otro lado, Ridge me parece un personaje muy original, mi favorito del libro y de las mejores creaciones que he encontrado en literatura juvenil. También encontré de mi agrado el tono de la novela, incluyendo los diálogos, que eran frescos, ligeros, con cierto toque de ironía que se agradece, pues resulta incluso necesaria en este tipo de novelas.
Un ingrediente estrella que adereza la novela, es que incluye un soundtrack original, ya que el punto focal de la historia es sobre el gusto que ambos comparten por la música, por lo que en el libro puedes encontrar un código QR donde podrás escuchar las canciones que nuestros protagonistas componen.
Es una historia que se disfruta, con descripciones sencillas, un lenguaje no rebuscado, que representa bien la edad de los protagonistas y lo mejor es que no sentí que la autora abusara ni de la sexualidad, ni de los clichés morales/inmorales, ni de la martirización en ninguno de los personajes.
Me pareció una novela tierna, conmovedora e inspiradora, con un excelente mensaje implícito. Te la recomiendo si estás en busca de una lectura liviana, entretenida y romántica. Como te contaba al inicio, yo disfruto mucho descubrir buenos libros de literatura juvenil cuando ando en busca de un respiro lector, pues estas historias siempre son un buen escape que me permiten divertirme, despejarme, dejar volar la imaginación y recordar porque amo la lectura.