¡Hola! Bienvenido a un episodio más en busca de inspiración. En esta ocasión, me fui a inspirar hasta San Francisco, California, una ciudad que me dejó completamente enamorada. El ambiente que se respira en esta ciudad, es tal cual el que vemos en las películas. Así me sentí durante mi estancia, como en una película. Quizás se deba a que San Francisco tiene ciertos íconos con los que todos estamos familiarizados gracias al cine, como el Golden Gate, la isla de Alcatraz y la famosa postal de las Damas Pintadas. Por eso y muchas cosas más, quedé fascinada con esta ciudad, a la que sin pensarlo volvería mil veces. Si tú estás planeando una visita a San Francisco, no pierdas detalle de este artículo, pues aquí vas a encontrar el itinerario completo que realicé durante mi visita a esta ciudad. Con esta guía podrás diseñar tu propia ruta de acuerdo a tus gustos e intereses y aprender algunos tips para ahorrar y aprovechar mejor tus tiempos. ¿Estás listo? Comencemos…
Llegamos a San Francisco la tarde de un viernes. Este aeropuerto además de enorme, no está cerca del centro, sino que se ubica al sur a 25 kilómetros. Trasladarte hasta la zona turística es una decisión importante en cuanto a tiempo y costos. Recordemos que San Francisco es una de las ciudades más caras de Estados Unidos. Los precios, incluido del transporte público, suelen ser mucho más altos que los de otras ciudades. A pesar de que UBER nació en esta ciudad, no esperes que por ello, las tarifas sean mas accesibles. Al parecer, ni siquiera hay un precio establecido, pues nos dimos cuenta que los mismos trayectos cambiaban de costo dependiendo el horario en que solicitáramos el servicio, la zona, etc.
Previo a nuestro viaje, estuve investigando en varios blogs, canales de youtube, etc, y decidí que la mejor forma de salir del aeropuerto era en metro. Era la forma más rápida, cómoda, fácil y aparentemente económica. Bueno, rápida y cómoda sí fue, porque el tráfico en la ciudad de San Francisco es cosa sería, sobre todo en horas pico, así que el metro es una solución fantástica para evitar los atascos y al menos a nosotros, no nos tocó saturado de gente el vagón. Pero económica y fácil, no estoy tan segura. Para empezar, hay que subrayar que hay dos compañías de metro en la ciudad, MUNI y BART, y si compras un ticket de una, no puedes cambiarte a la otra, por lo que debes verificar bien que paradas incluye cada línea para comprar la adecuada que te lleve hasta el destino a donde quieres llegar. Encontrar el módulo en donde debes comprar tu ticket y el lugar de embarque, fue algo complicado honestamente. Finalmente lo resolvimos y en cuestión de unos quince o veinte minutos ya estábamos en el centro de San Francisco. El problema al que nos enfrentamos nosotros es que nuestro hotel, no estaba cerca de ninguna parada de metro.
Y déjenme aclarar que nuestro hotel tenia una excelente ubicación, estaba a unas cuadras del Fisherman’s Warf y a unos pasos de Lombard Street. El asunto es, que las líneas de metro, solo pasan por una parte del centro y el este de la ciudad, y la zona norte (costa) y el oeste no están muy conectados. Te dejo el mapa para que puedas entenderlo mejor y seguramente te será muy útil durante tu viaje.
Entonces, al bajarnos en la parada más próxima a nuestro hotel según el mapa, nos dimos cuenta que caminar todo el trayecto con las maletas era una locura. Intentamos tomar un autobús, pero la ruta que de acuerdo al mapa nos llevaría a nuestro hotel nunca pasó. Dos días después descubriríamos que la estábamos esperando en el sitio equivocado y que ahí nunca pasaría. Ni modo, esos son los inconvenientes a los que como turista te enfrentas por querer ahorrar utilizando el transporte local. Finalmente tuvimos que usar un UBER para llegar al hotel. A final de cuentas, gastamos lo mismo o incluso más dinero en nuestro traslado del aeropuerto al hotel, que si desde el principio hubiéramos tomado un Uber, sin mencionar el tiempo y la travesía que fue bajar del metro, esperar inútilmente el autobús en la parada, para finalmente hartarnos y coger un Uber.
Mi consejo: revisa bien que tu hotel verdaderamente este cerca de una parada de metro, de lo contrario, no intentes combinar servicios de transporte como yo hice, las cuadras pueden parecer pequeñas en el mapa, pero no lo son, sin mencionar las empinadas subidas y bajadas que hay en toda la ciudad. Mi humilde opinión: usa un Uber desde el inicio, ahorrarás tiempo, dinero y complicaciones. Y para moverte en la ciudad los siguientes días, dependerá de tu plan, perderte a pie es genial, usar los autobuses es económico, el travia tradicional y la bicicleta es una gran aliada pero ten cuidado al trazar tu ruta.
En fin, después de lidiar con todo aquello, entre risas y desesperación, finalmente estábamos en el hotel. No faltaba mucho para que comenzara a oscurecer, pero no queríamos desaprovechar ni un minuto más. Decidimos ir a caminar en los alrededores del hotel para explorar la zona. Soy de esas viajeras que le gusta conocer cada rincón, aunque sea solo para echar un vistazo. Es decir, hay lugares que probablemente no son muy turísticos o importantes, a los que pocos o ningún viajero va, pero de igual forma a mí me gusta entrar, pasar por ahí, tomar una foto o simplemente ver. Siempre digo “Ya estoy aquí, hay que conocerlo todo.” Y San Francisco es de esas ciudades llenas de ese tipo de lugares, de rinconcitos con encanto, parques pequeños un tanto escondidos, casas fotogénicas que encuentras en tu andar, lindos jardines para sentarte a descansar, etc. Como sabes, la app que uso para planear mis itinerarios es Sygic Travel. Si deseas que te comparta el paso a paso desde la app donde podrás ver toda la información de tiempos, distancias, costos y horarios de cada sitio, contáctame a través de mi agencia de viajes Inspiration Travel. Sino, aquí te doy un resumen de los lugares más relevantes que visitamos cada día.
Día 1
Después de instalarnos y dejar las maletas en la habitación, salimos y caminamos un par de cuadras para bajar por la famosa Lombard Strret, denominada por algunos como “la calle más tortuosa o sinuosa del mundo” debido a que además de empinada, tiene unas curvas mega pronunciadas. No obstante, está repleta de flores y está bordeada por casitas pintorescas que la hacen muy fotogénica, además de que tendrás hermosas vistas a la bahía.
Después, pasa frente al Art Institute de San Francisco, baja por Jones Street y llega a Macondray Lane, un estrecho callejón peatonal escondido en el área de Russian Hill. Mientras lo caminas, disfruta de sus jardincitos, su tranquilidad, sus peculiares esculturas y las fachadas de las casas que lo circundan.
Luego, camina sobre la avenida Union Street y dirígete al Washington Square Park, un parque urbano coronado por la bellísima Saint Peter and Paul Church. Aquí verás a muchos locales jugando con sus mascotas o descansando en alguna de las bancas o quizás, haciendo un picnic sobre el pasto. Toma un respiro, relaja los pies y disfruta de todo el tiempo que quieras aquí. Si sigues caminando por la avenida Greenwich Street, llegarás a Coit Tower, perfecta para obtener vistas panorámicas de la ciudad desde la plataforma de observación. Revisa los horarios. En nuestro caso no fue posible subir, pues ya pasaban de las 6:00 pm.
Dirígete al sur por la Kearny Street para dirigirte al barrio North Beach, uno de los barrios más animados de San Francisco. Aquí encontrarás una amplia variedad de entretenimiento para todos los gustos, desde acogedores cafés y terrazas, bares, restaurantes y hasta centros nocturnos para adultos. Se dice que es la combinación de una Little Italy y un Barrio Rojo.
La Columbus Avenue es todo un contraste de luces, ruido y estilos de arquitectura, y termina justamente frente a la Pirámide Transamérica, uno de los edificios más sobresalientes de la ciudad. Desde mi punto de vista, este es el corazón de San Francisco y una de las mejores zonas donde ir a cenar, beber algo o ir a divertirte pues tiene un ambiente lleno de vida, pero al mismo tiempo relajado, ya que hay opciones para todos los bolsillos. Nosotros decidimos cenar en un restaurante italiano con terraza para no perdernos detalle de la energía que despide San Francisco.
Para finalizar, y como todavía no era muy tarde, decidimos ir a echar un ojo al barrio vecino, Chinatown, el más antiguo de todo América y uno de los más grandes del mundo. En esta zona podrás impregnarte de cultura china americana admirando los templos, las emblemáticas “puertas”, sus plazas y parques, o asistiendo a algún evento. Te recomiendo revisar el calendario para estar al tanto de las fiestas en este distrito.
Día 2
Para el día sábado, diseñé una ruta semi-imposible para recorrer la ciudad en bicicleta. Ok, lo admito, fui muy ilusa al pensar que, sin tener condición física alguna, seríamos capaz de recorrer casi 20 kilómetros en bici. Pero déjenme ser honesta, no es la distancia lo imposible, porque prácticamente logramos hacer la ruta, aunque saltándonos algunas atracciones por cuestión de tiempo. Lo complicado aquí es el terreno. Las calles empinadísimas de San Francisco son de otro mundo. Las bajadas extra pronunciadas son demasiado peligrosas para hacerlas en bicicleta. En muchos puntos hay que caminar y arrastrar la bici o es imposible avanzar. Pero les diré una cosa, no me arrepiento en lo absoluto. Conocí cara arteria de San Francisco, descubrí la ciudad con toda su esencia y espíritu. ¿Que si me cansé? ¡Dios, casi muero de agotamiento! Pero sinceramente… valió totalmente la pena.
Tienes dos opciones, utilizar alguna de las rutas ya diseñadas que te ofrecen los centros de renta de bicicletas, que obviamente son accesibles y fáciles, y que la mayoría de los turistas usan. Generalmente te envían hacia el Golden Gate para ir a descubrir Sausalito o hacia el sur para recorrer todo el Fisherman’s Warf. Pero puedes hacer lo que yo, y diseñar tu propia ruta de acuerdo a los puntos de interés que deseas visitar. Déjame contarte un poco sobre la segunda opción para compartirte mi experiencia.
Nos levantamos temprano para sacarle el máximo provecho al día. A las nueve de la mañana ya estábamos rentando la bici en una sucursal Blazing Saddles en el Fisherman Warf. La renta de bicis es una actividad que tienes incluida si adquieres la City Pass. Nosotros la compramos y considero que fue un acierto. Para que te convenga en cuanto a costos, te recomiendo visitar por lo menos tres de las atracciones que tiene incluida, de lo contrario, solo estarías pagando más sin ningún motivo. En nuestro caso, utilizamos la renta de la bici y entramos a algunos museos.
Pero bueno, volviendo al inicio de la travesía en bici, pedaleamos sobre algunas calles a orilla del mar, donde a pesar del frio y para mi asombro, había gente nadando y chapoteando en el mar. Conforme avanzábamos, se iba apreciando cada vez mejor el Golden Gate, el emblema de la ciudad y el símbolo más querido por los habitantes de San Francisco. Hicimos varias paradas en los diferentes miradores que vas encontrando a tu paso para sacar fotos y disfrutar de las vistas que teníamos desde la costa. El Golden Gate es una visita obligada, ya sea que lo cruces o que te acerques lo suficiente para poder admirar lo imponente que es.
Después llegamos al Palace of Fine Arts, una hermosa construcción de estilo romano, rodeada de un lago y jardines, que lo convierten en uno de los sitios mas solicitados para eventos y como escenario para sesiones de fotos.
De acuerdo a la ruta trazada, debíamos seguir por el Presidio Park, en donde hay varios puntos interesantes como el Museo de la familia Walt Disney, el fuerte Winfield Scott, hasta llegar al Museo Legion of Honor. Sin embargo, por tiempo y cansancio, tuvimos que acortar la ruta e irnos directo al Golden Gate Park. La buena noticia es que con el nuevo trayecto, atravesamos por todo el distrito de las casas victorianas, que es divino, e incluso llegamos a la casa más famosa de la ciudad, la casa de la serie Full House
Una vez que llegamos al Golde Gate Park, nos tumbamos a descansar un buen rato, cerca del conservatorio de las flores. Este parque es una enorme área verde con múltiples jardines florales de los que puedes disfrutar, fuentes, lagos, esculturas, e incluso una noria, y además, aquí se encuentran varios de los recintos culturales, artísticos y de ciencia. Después de comer y tomar algo para recargar energías, decidimos conocer algunos de ellos.
Entramos a la Academia de Ciencias de California, un museo de historia natural que resguarda más de 25 millones de especímenes. Tiene un planetario, un acuario y una exhibición de bosque pluvial. Es un buen lugar para aprender sobre la madre Tierra y sus ecosistemas, incluso hay un extraño cocodrilo albino.
Después fuimos a De Young Museum, dedicado al arte moderno. Yo no soy experta, ni muy conocedora del arte, así que la visita fue rápida y sin mucho que pueda decir al respecto. Pero si a ti te gustan los recintos dedicados al arte, seguramente encontrarás muy interesantes las colecciones exhibidas.
Un tip, la entrada a este museo te incluye la entrada al museo Legion of Honor. Aunque si adquiriste la City Pass, todos tus accesos están cubiertos. Si te sobra tiempo, puedes visitar también el jardín botánico.
Si decides seguir explorando la ciudad antes de que anochezca, dirígete a Union Square, el distrito de las compras de San Francisco, flanqueado por una de las avenidas más bonitas de la ciudad, Market Street.
En este vecindario se encuentran las tiendas y boutiques de las marcas más conocidas, cafeterías, bares y restaurantes de lujo, galerías de arte y algunos hoteles de alta categoría.
Cuando estuvimos listos, emprendimos nuevamente camino y pedaleamos hasta llegar a Alamo Square, el parque desde donde podrás capturar la clásica postal que caracteriza a San Francisco. Claro, me refiero a las Painted Ladies (Damas Pintadas) un conjunto de coloridas casitas de tradicional estilo victoriano. Es uno de los lugares mas fotografiados de la ciudad.
Nos montamos de nueva cuenta en la bici y seguimos hasta llegar a la plaza Civic Center, en donde puedes encontrar el majestuoso edificio del Ayuntamiento, de arquitectura clásica y con su impresionante cúpula.
También están la Biblioteca Pública, el Teatro y la Opera. A los alrededores podrás ver varios edificios que son sede de organizaciones de gobierno, memoriales, plazas, etc. Se puede decir es el centro de negocios de San Francisco y solo unas cuadras más adelante, encontrarás el centro de las artes.
En las cuadras siguientes podrás encontrar el Museo Internacional de Arte de América, el Museo de Arte Moderno de San Francisco, el Centro para las Artes Yerba Buena, entre varios más. Elige los que quieras visitar de acuerdo a tus gustos e intereses. Opciones no te faltarán.
Este distrito se considera de los más exclusivos, incluso muy cerca está el Pacific Union Club, catalogado como el club de mayor elite de la costa oeste. Junto a él, se encuentra la elegante Catedral Grace, con su maravillosa fachada estilo gótico. Simplemente espectacular.
Fue ahí donde finalizamos nuestra odisea en bicicleta. A pesar de que fue agotador, quedamos totalmente satisfechos por haber podido conocer muchísimos puntos interesantes de la ciudad que de otra forma no hubiéramos logrado. Además de que pudimos sumergirnos al completo en la atmosfera que solo San Francisco ofrece a sus visitantes. Después de devolver la bicicleta, fuimos directo al hotel, ordenamos cena a la habitación y caímos rendidos.
Día 3.
Para el domingo, comenzamos temprano nuevamente y fuimos directo al Fisherman’s Wharf, o también llamado el barrio antiguo. Aunque ya habíamos pasado antes por esa zona, no habíamos tenido tiempo de disfrutarla con calma. Y es que es un área muy popular y animada, lleno de tiendas de recuerdos, puestos de dulces, helados, golosinas, postres y un ambiente muy playero y turístico.
Mi lugar favorito fue el Pier 39, un muelle repleto de restaurantes, bares y cafés, de ambiente costero al muy estilo americano. Recorrer con tranquilidad el muelle, sentarse a comer o a beber algo en alguna de sus terrazas o ir al fondo para ver a los leones marinos y focas retozar, es una experiencia imprescindible al visitar San Francisco. Activa todos tus sentidos y explora con paciencia cada rincón, te prometo que no te arrepentirás.
Además del Pier 39 hay muchas otras cosas interesantes para visitar, como el acuario o los diversos museos de historia y de guerra que se encuentran dentro de los navíos USS Pampanito y SS Jeremiah O’Brien.
Si dispones de tiempo y energía, puedes caminar todo Herb Caen Way hacia el sur hasta llegar a la zona denominada El Embarcadero. Aquí también hay diversas atracciones para entrar a conocer, como el Exploratorium, un museo interactivo de ciencia y tecnología, el Ferry Building Marketplace, un concurrido mercadito que posee una torre de reloj, ideal para encontrar productos locales, o llegar hasta la escultura Cupid’s Span, un arco y fleca enclavados en la tierra.
De vuelta en el Pier 39 y después de saciar el apetito, nos embarcamos en un ferry con destino a Sausalito. Esta pequeña ciudad se encuentra justo al otro lado del Golden Gate, pero otra alternativa para visitarla es tomar un ferry. Sausalito y sus casas flotantes son todo un spot lleno de encanto. Recorre su avenida principal, disfruta de un helado o siéntate en alguna de sus terrazas para empaparte del aire bohemio y romántico que caracterizan a esta ciudad con esencia de pueblo. Honestamente, Sausalito es un lugar encantador, pero basta con ir solo unas horas. No aconsejo ir demasiado tiempo pues no hay mucho que hacer en realidad, y si no te interesa visitar galerías de arte o hacer compras, te aburrirás pronto.
De vuelta en San Francisco, nos dirigimos a Ghirardelli Square, una antigua fábrica de chocolate que fue restaurada y actualmente alberga tiendas, varios restaurantes de moda y el flamante hotel Fairmont Place. Es un lugar agradable y original para ir a comer, cenar o beber algo, pues los pasajes de ladrillo por las noches e iluminan y dan la sensación de estar en una villa antigua. Al terminar, fuimos directo a la cama, pues aun nos quedaba un día más por disfrutar.
Nos quedaba el ultimo día en San Francisco y no podía dejar de hacer una de mis actividades favoritas que es degustar vino y desde luego, comer, comer muy rico. A una hora de San Francisco, se encuentra la región vinícola Napa Valley, donde se produce el vino mas reconocido de California. Pero esto, ya te lo contaré en un próximo capítulo.
Un momento…. ¿Se nos olvido algo?
Seguro te estás preguntando, ¿Y Alcatraz? Desde luego, no puede faltar un imperdible de San Francisco, que es tomar un tour para ir en ferry a la isla de Alcatraz. Varias empresas ofrecen diferentes tipos de recorridos, algunos no incluyen la entrada y otros sí, por lo que te recomiendo investigar bien la clase de ticket que quieres comprar. Alcatraz es la cárcel más famosa de Estados Unidos, fue una prisión federal de máxima seguridad situada sobre una isla de la que era prácticamente imposible escapar. Es un lugar llamativo por la historia y los secretos que guardan los muros viejos y húmedos de la construcción, por lo tétrico que son las antiguas instalaciones en donde los prisioneros vivían en condiciones casi inhumanas, por la vibra que transmite saber que ahí estuvieron los delincuentes más infames y perversos, como Al Capone. La sensación que se experimenta al entrar es de escalofríos al ver el nauseabundo estado de desgaste de este sitio, pero sin duda vale la pena, aunque no sea nada fotogénico.
La excursión te tomará por lo menos medio día, por eso decidí dejarla al final. Acomódala en donde mejor encaje en tus tiempos y el plan que tengas. A muchas personas no les llama la atención esta actividad y es algo totalmente de gustos y percepciones. Tu viaje lo decides tu.
Espero que esta guía te sea de utilidad para planear tu próxima visita San Francisco, una ciudad fantástica, vibrante y que te dejara enganchado de su encanto único. Si quieres cotizar tu viaje, contáctame y a través de mi agencia de viajes Inspiration Travel estaré feliz de ayudarte a planificarlo.
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