Un libro que me devoré y que me hipnotizó a cada página. Este libro fue para mí, una verdadera sorpresa pues francamente no tenía tantas expectativas. Si bien lo compré porque me llamó la atención por tratarse de una historia desarrollada en la época de la revolución mexicana, no me esperaba que se convirtiera en un homenaje, merecido, justo y necesario, a las mujeres mexicanas revolucionarias.
Todo mexicano ubica perfectamente a “las adelitas.” Mujeres con ese traje típico de falda larga, carrillera de cruz en el pecho, pistola en la espalda, con sombrero y el cabello trenzado a cada lado, que cada veinte de noviembre desfilan junto a estudiantes, soldados, niños y adultos en las distintas ciudades de la República, para conmemorar el aniversario de la Revolución Mexicana.
Pero al menos yo, nunca me había detenido a pensar a profundidad el significado de las adelitas y, gracias a este libro, no solo aprendí muchísimo sobre esa etapa de la historia de mi país, sino que me siento orgullosa por el papel que desempeñaron todas las mujeres en aquella época. Papel que se merece mucho más reconocimiento del que actualmente se le da.
Seguramente, alguna vez has escuchado el corrido de Adelita, una canción cuya letra se refiere a una joven valiente y hermosa que se ha robado el corazón de un soldado revolucionario. No se sabe a ciencia cierta ni quien escribió el corrido, ni quien era Adelita, sin embargo, la autora se vale de esta leyenda mexicana para construir una historia y darle vida a los personajes desarrolla en su novela.
Cecilia y su mejor amiga Alejandra, son señoritas de la clase alta en México en la época del porfiriato. Ambas se rehúsan a obedecer las imposiciones que les exigen sus familias y desde luego, la alta alcurnia, en cuanto a cumplir con los estándares tradicionales y todo lo esperado de una señorita de alta cuna. A través de los ojos de estas chicas, puedes ser testigo del sometimiento al que estaban resignadas las mujeres en aquellos tiempos, en todos los círculos sociales. La autora muestra la crudeza con la que una señorita noble generalmente era casada con un hombre que apenas conocía y que le doblaba la edad, pues dicha unión convenia a los intereses de la familia. Además, toda su vida había sido moldeada para ser una mujer obediente, sumisa, ama de casa ejemplar y una madre respetable. Por otro lado, las niñas y jovencitas de la clase baja, a menudo eran vendidas o robadas por hombres sin escrúpulos, que las llenaban de hijos, aunque no pudieran hacerse cargo ni de ellos mismos. También era frecuente que fueran golpeadas, violadas o asesinadas, y que no hubiera ninguna consecuencia hacia los agresores. Como se puede ver, en todos los niveles sociales, las mujeres eran concebidas únicamente para encargarse el hogar, servir a un hombre o ser el vientre que le diera herederos a su marido.
En cuanto a los hechos históricos verídicos, hay muchas cosas que me gustaron en esta novela. En primer lugar, me despejó muchas dudas que me venían quedando sobre la Revolución Mexicana. Gracias a libros anteriores que he podido leer sobre este tema, cada vez voy entendiendo un poco más la línea del tiempo, las posturas de cada grupo y los fines que perseguían las principales figuras de este movimiento. Pero con este libro, me quedaron mucho más claras algunas situaciones que me causaban confusión, como la postura de Porfirio Diaz, ¿fue un héroe o fue un villano? La estrategia de Francisco I Madero ¿sirvió de algo perderlo todo? y la historia detrás del famoso bandido Pancho Villa ¿Por qué homenajeamos a un delincuente? ¿Era un ex convicto, un carnicero? Este libro nos permite asomarnos un poco más a las vidas y el trasfondo de estos individuos. A pesar de lo que nos enseñan en la clase de historia en el colegio, en tiempos de guerra las cosas no son blanco y negro, hay muchos grises en medio, por eso, a la hora de juzgar u opinar, lo que impera es la percepción personal, difiera o no de lo que nos han transmitido en la escuela o en los libros de historia. Y esa libertad, se vale y me gusta.
Volviendo a la novela, aunque la historia de Adelita es ficción, creo que la autora hace una excelente labor retratando la terrible vida que tuvieron que soportar las mujeres que lucharon junto a los revolucionarios, de la misma manera en que realza el trabajo que ellas hacían, desde alimentar a los soldados o lavar la ropa, hasta curar a los heridos o combatir en el frente. Así mismo, rescata la labor de las mujeres que pelearon fuera del campo de batalla, desde periodistas, maestras, telegrafistas, entre otras, que pusieron su granito de arena en esta lucha.
La travesía de Cecilia y Alejandra en los duros tiempos revolucionarios está llena de peligro, miedo, impotencia, coraje, resentimiento, valentía, ímpetu y la firme convicción de que hay algo por lo que vale la pena luchar, el deseo del cambio, de hacer oír la voz de la mujer, de que sus deseos, necesidades, sus derechos y sus sueños también sean tomados en cuenta. Aunque para ello tengan que atravesar por un camino salvaje, atroz y despiadado, pero que les enseñara a valorarse entre ellas y a si mismas.
Es una novela que se lee muy rápido pues cada página tiene algo que te envuelve, te atrapa y no te permite quedarte ahí, sino que quieres saber más. Si te gustan los libros ambientados en la historia de México, que no solo te relatan una buena historia, sino que te sirven para enriquecerte culturalmente, esta obra es una excelente opción.
Today a reader,tomorrow a leader!