Para la mayoría de los amantes de los viajes, El Caribe es sinónimo de paraíso. Por sus hermosas aguas turquesa, su envidiado clima y su variedad de islas, que obsequian un gran abanico de colores, sabores y culturas, viajar al Caribe se ha convertido en una experiencia que se debe vivir por lo menos una vez en la vida.

Las islas del Caribe conforman un enorme archipiélago que se puede dividir en 5 regiones: Lucayan (Bahamas) Antillas, Sotavento, Barlovento y ABC.

El archipiélago Lucayan corresponde a Las Bahamas y las Islas Turcas. Es una de las zonas más turísticas del Caribe debido a su cercanía con Estados Unidos. Es muy frecuente que las rutas de los cruceros que parten desde Florida hagan una parada en Nassau, capital y hogar del prominente complejo hotelero Atlantis Paradise Island.

En la región de las Antillas encontrarás las islas más grandes como Cuba, República Dominicana, Haití, Jamaica y Puerto Rico. Estos países poseen varias ciudades que son importantes destinos turísticos como La Habana en Cuba, Santo Domingo y Punta Cana en República Dominicana y desde luego, San Juan en Puerto Rico, solo por mencionar algunos.

La zona Sotavento comprende un conjunto de varias islas de dimensiones menores, donde algunas de ellas son países independientes y otras son territorios pertenecientes a otros países como Estados Unidos, Francia, Holanda (Países Bajos) o Reino Unido. Por ejemplo, Saint Croix, Saint Thomas y Saint John son Islas Vírgenes pertenecientes a Estados Unidos (USVI) mientras que Tórtola, Virgen Gorda, Anegada y Jost Van Dyke son las Islas Vírgenes británicas (BVI). Por su parte, Bonaire, Saint Eustatius y Saba son territorios holandeses (BES) mientras que la isla Saint Marteen está dividida en dos, el sur pertenece a Holanda y el norte a Francia, junto con Guadalupe y Saint Barthélemy. Otras islas de la región son Antigua y Barbuda, Anguila y Saint Kitts. 

Las islas de Barbados, Dominica, Granada, Martinica, Santa Lucia, Trinidad y Tobago y St. Vincent y Las Granadinas (conjunto de 32 islas pequeñas) se encuentran en la región de Barlovento.  Martinica es territorio de Francia mientras que St. Vincent y Las Granadinas son británicos.

Por último, la zona denominada ABC es la región al sur del Caribe en donde se encuentran Aruba, Bonaire y Curazao, cerca de las costas sudamericanas.

Lo anterior solo por mencionar las más importantes, pues el Caribe está conformado por más de 7000 islas, algunas pobladas y otras no. Cada una de ellas tiene algo especial que ofrecer a sus visitantes, donde el común denominador suele ser las playas preciosas de arena blanca, aguas cristalinas que esconden un paraíso marino y esplendidos paisajes naturales. Además de lo anterior, con su identidad propia, las islas pobladas aportan su toque especial debido a la variedad de etnias, culturas y tradiciones que cada una posee y que juntas, hacen una combinación única de sabores, música, arte y costumbres de la región. Así pues, en cada una encontrarás deliciosa gastronomía, gente amable y muchísimas opciones para ir a explorar, ya sea que busques una experiencia llena de aventura, alguna actividad familiar, estar en contacto con la naturaleza o simplemente entregarte por completo al ocio y el relax.

Sin duda, el Caribe cuenta con una extensa gama de servicios hoteleros para diversos presupuestos, desde complejos sencillos y locales, hasta los hoteles más exclusivos y resorts gigantes de la más alta categoría. Sin embargo, visitar todas las Islas del Caribe podría ser una tarea complicada, por eso una excelente alternativa para conocer algunas de ellas, es tomar un crucero por el Caribe.

Los viajes en crucero son sinónimo de unas vacaciones esplendidas para relajarte y consentirte a bordo de un hotel de lujo flotante, que te permiten combinar la experiencia del viaje en barco con un toque de aventura al poder bajar a explorar las islas que comprenden tu itinerario marítimo. Es decir, puedes disfrutar de todas las amenidades y el confort a bordo del crucero y al mismo tiempo desembarcar en una isla caribeña y descubrir los arrecifes más hermosos, adentrarte en una selva, escalar una montaña o ir a divertirte a un parque acuático.

Si quieres saber todo acerca de los Viajes en Crucero, asegúrate de leer mi artículo donde podrás enterarte de todas las novedades acerca de la reactivación de esta industria y todo lo que necesitas saber para comenzar a planificar tu viaje en crucero. Pero antes, quédate un poco más, porque quiero platicarte sobre las tres islas que visité recientemente en mi travesía a bordo del Norwegian Encore.

 

St. Thomas.

La primera parada fue en Charlotte Amalie, capital de St. Thomas, Islas Vírgenes Americanas (USVI). Esta pintoresca isla con aires de playa americana fue mi favorita, ya que te ofrece una combinación entre edificios históricos, playas inmaculadas y un toque de estilo californiano. Recuerda que puedes contratar una excursión guida o puedes hacer el recorrido por tu cuenta. En este caso, debido a la cercanía del muelle con los principales atractivos, nosotros decidimos ir a explorar la isla a nuestro ritmo.

Del muelle al centro de la ciudad son entre quince y veinte minutos de caminata, lo cuales se disfrutan mucho ya que bordeas todo el boulevard Veterans Drive y puedes ir parando en cada mirador. Eso sí, asegúrate de llevar gorra o sombrero y mucho bloqueador solar porque la sombra es escasa y el calor está a su máxima potencia. Una vez que llegues al centro comienza en Fort Christian, una antigua fortaleza que puedes visitar para ser testigo de la historia del Caribe y aprender más sobre ello. Por ejemplo, que esta isla en el pasado era propiedad de Dinamarca hasta que Estados Unidos la adquirió mediante el Tratado de las Indias Danesas Occidentales de 1916.

Después, pasa por el Emancipation Garden y admira la Iglesia Frederick Evangelical Lutheran, para luego dirigirte a la Casa del Gobernador, un edificio de estilo neoclásico en color blanco construido en el siglo XIX, con jardines que tienen unas vistas divinas. Sobre la misma calle, encontrarás los 99 escalones, que en realidad son 103, y que fueron construidos por colonialistas daneses en el siglo XVIII.

Después llegarás a la Catedral de Todos los Santos, edificada con piedra de cantera de la misma isla en 1848 para celebrar el fin de la esclavitud. Un poco más adelante hallarás el Castillo Blackbeards con su torre principal. Su nombre proviene del Pirata Barba Negra, pero en realidad este complejo fue una torre de vigilancia para proteger la ciudad, pero ¿a quien no le gusta escuchar leyendas e historias sobre los lugares que se visitan, o no? El complejo alberga algunos museos, pero te recomiendo revisar fechas y horarios de apertura, pues al menos en mi caso, estaban cerrados debido a la pandemia. Si te sobra tiempo y energías puedes caminar un poco más hasta el Castillo Bluebeard o si lo prefieres, puedes ir a refrescarte a una de las hermosas playas de la isla.

Si lo tuyo son las compras, pues St, Thomas es el paraíso de las compras sin impuestos. Justo adelante del muelle de desembarque encontrarás un enorme complejo de tiendas de diversas marcas y estilos. Que la facha de mercadito americano no te engañe, aquí hay desde tiendas de recuerditos hasta joyerías y boutiques de firmas de alta gama.

 

Tórtola

Cuando visites esta isla te recomiendo que contrates un tour guiado, ya que la mayor parte de la isla es de estilo rural y sus caminos son algo complicados, con pronunciadas curvas y casi siempre de subida o de bajada, debido al relieve montañosos.

Una opción es tomar una excursión guiada para explorar zonas de una belleza inimaginable, como Virgen Gorda, en donde podrás conocer las grutas y las pozas naturales, un laberinto de túneles de rocas formadas por lava volcánica en aguas poco profundas que se formaron hace millones de años. La caminata puede exigir tener un cierto nivel de condición física y llevar ropa y calzado adecuado, así que si prefieres algo más tranquilo, puedes contratar un tour que te lleve a recorrer toda la isla para apreciar sus impresionantes vistas desde varios ángulos, mientras el guía te relatará un poco sobre la historia de la población, el estilo de vida y sus tradiciones. Los paisajes que ofrece Tórtola le roban el aliento a cualquiera, sobre todo en los puntos más altos en donde se puede admirar el esplendor del mar y como el azul del agua baña las costas de esta y las otras islas vecinas. Al terminar el recorrido te llevarán a alguna de las playas de arena blanca en donde tendrás tiempo libre para refrescarte y sumergirte en las cristalinas aguas. Además de estos, hay infinidad de tours que podrás contratar, asegúrate de reservar con anticipación pues la mayoría son de cupo limitado.

 

Puerto Plata.

La tercera y ultima parada fue en Puerto Plata ubicado en República Dominicana y aquí te va un buen consejo. Contrata un tour local en lugar de los ofertados por el crucero y ahorrarás muchísimo, hasta un 50%. Una vez en tierra y al salir del muelle, encontrarás diversos operadores de taxi. Puedes contratar uno exclusivo para ti y por un determinado número de horas te llevará a todos los lugares que tú le indiques y pagarás mucho menos que si hubieras contratado una excursión guiada en grupo y además, el servicio y el transporte será solo para ti, es decir, podrás ir a tu ritmo y decidir cuanto tiempo dedicarle a cada lugar, cuales saltarte y a cuales no faltar. Los choferes también son guías, así que te garantizo que tendrás la experiencia completa y con la mayor de las comodidades.

Nosotros comenzamos con un recorrido guiado en la fábrica y museo del ron, Macorix, en donde te explicarán sobre la historia del ron en América y el legado de la familia Carrión, oriundos de la localidad de San Pedro Macoris y como en 1899 comenzaron con la fabricación de este ron dominicano. Parte de la experiencia consta de una degustación de 9 tipos diferentes de rones, que va incluido en tu ticket de entrada. Al final podrás adquirir tu ron favorito en la tienda del museo, el mío fue el Mama Juana, riquísimo.

Partimos de la fábrica y pusimos rumbo hacia el centro histórico que data de la época colonial y donde se encuentra lo más vistoso y relevante de la ciudad. Aquí ya se respira todo el ambiente latino caribeño. Comienza en el parque en donde podrás observar los edificios de gobierno, la Iglesia de San Felipe y algunos monumentos, como el memorial al General Gregorio Luperón, héroe nacional reconocido por ser el líder de las fuerzas dominicanas que restauraron la independencia de la isla en poder de los españoles en la llamada Guerra de Santo Domingo. Además, fue presidente y durante su mandato convirtió a Puerto Plata en la capital del país. Hay un museo dedicado a la vida de este personaje histórico que puedes visitar para aprender más.

Republica Dominicana es conocida también por ser rica en jade, una piedra muy cotizada debido a su belleza, resistencia y dureza, que se usa para la elaboración de artefactos ornamentales y ceremoniales. A unas cuadras del parque central hay un museo dedicado a esta roca preciosa si te apetece visitarlo.

Continúa explorando las pintorescas callecitas de Puerto Plata y no pierdas detalle, sobre todo en la calle peatonal San Felipe, que está decorada muy lindo con sombrillas coloridas y algunos murales. Puedes encontrar algunas opciones para comer o para sentarte si solo deseas tomar un coctel o un helado para aliviar el calor.

A solo una cuadra llegarás a otra calle igual de original, esta se llama Paseo Doña Blanca, nombrada así en honor a la mujer que fundó el primer hotel de la ciudad. Este callejón resalta por su encendido color rosa, sus esculturas y su estilo victoriano. Al inicio del pasaje podrás ver una escultura de ella sentada leyendo un libro y en el resto del callejón encontrarás diversos spots para llevarte las mejores fotos de este sitio.

Al terminar, dirígete al lugar más emblemático de la ciudad, la Fortaleza de San Felipe, construido por los españoles en el siglo XVI por orden del rey Felipe II para defender a la ciudad de ataques de los ingleses y los holandeses, así como de los piratas. Puedes visitar el museo donde se exhiben los cañones originales, armas antiguas, las cámaras secretas y además obtener vistas muy bonitas de la costa.

Si te sobra tiempo, aprovecha para ir a relajarte a alguna de las playas, comprar artesanías en los puestos y mercaditos y disfrutar de un buen chapuzón en el mar.

Tengo que decir que la calidez de la gente dominicana se percibe a cada paso, siempre te toparás con un saludo, una sonrisa, una bienvenida o hasta un baile folclórico. Esas sensaciones son las que se quedan en ti después de cada viaje y son lo que te hacen recordar más vívidamente cada lugar.

Y bueno, la ultima parada de nuestro barco y el fin de nuevo viaje, se dio en la ciudad en donde iniciamos: Miami, de la cual les estaré hablando más adelante.

Espero que este artículo les haya gustado mucho viajeros. Recuerden seguirme en mis redes sociales para compartir conmigo más aventuras y no olviden que si requieren reservar su próxima aventura, pueden hacerlo a través de mi agencia de viajes Inspiration Travel o contactarme y será un placer ayudarlos a planear su siguiente destino. 

¡¡¡Nos vemos en la próxima!!!